“VOLARE”
Autoria / Direcció /Interpretació: Enric Ases i Piero Steiner
CIA LOS DOS LOS
2008
“Un dels espectacles mes divertits de la Fira (Tàrrega-08)”
“Dels muntatges vistos en aquestes últimes hores, destaca Volare de la compañía Los Dos Los. El públic que el dimecres es va convocar a l’Orfeó Reusenc va dedicar una llarga ovació als actors i creadors del muntatge, Enric Ases i Piero Steiner i al seu humor negre i desesperat”
VOLARE gira entorn de la dificultat de seguir surant quan un es troba a la deriva, de nodrir-se quan ja res no té gust de res. Una original combinació de tragicomèdia i poesia, que provoca en l’espectador un dolcíssim nus a la gola. LOS dos LOS proposen un univers teatral en el qual els elements escenogràfics i d’attrezzo són pur context, on la narrativa dramàtica es resumeix en l’essencial.
“Qué bueno es el absurdo cuando, sin dejar de serlo, está lleno de sentido y consigue transmitir emociones y sensaciones reales y creíbles con una sutileza y una intensidad que a menudo la narración lógica y convencional es incapaz de concretar.
Y es que la complicidad y la imaginación del público, cuando se consiguen, son un ingrediente indispensable que, traspasando la inexistente cuarta pared, completan y enriquecen las propuestas dándoles el sentido que aparentemente no tienen, consiguiéndose, así, sorprendentes niveles de identificación surrealista allá donde parecía imposible.
El Volare de la Compañía Los Dos Los, que son Enric Ases y Piero Steiner, es una muestra evidente de lo que digo, porque sin rastro alguno de sensatez creativa ni lógica argumental, nos metemos en un mundo que, de alguna extraña manera, conocemos y comprendemos. No me digan cómo, pero somos capaces de percibir lo que estos personajes sienten y sufren; sus inquietudes y sus temores; sus obsesiones, sus secretos. Nos lo muestran sin decírnoslo. Y lo hacen a través de un auténtico y ingenioso “todo vale”, que deja patente la versatilidad comicosentimental de los dos actores (también autores y directores). Mímica, clown, payasada, efectos sonoros, homenajes o referencias (a Tricicle una vez más), estridencia, silencios, chistes malos… todo es posible.
Y el resultado es una locura tan divertida como inclasificable, pero que sin pontificar ni moralizar dice muchísimo más que gran parte de muchos textos pretendidamente lucidos y reflexivos. Nos habla del amor, de la amistad, de la familia, de la crisis –existencial, social y laboral-, de la incomunicación, de la soledad, de los miedos personales y colectivos y, porque no, de nosotros mismos, que con esta obra absurda y a primera vista incoherente hacemos una catarsis emocional (in)directa así como una reflexión autocrítica mediante un tratamiento de risoterapia…”
Javier Matesanz
Diari de Balears / Cultura / 16-03-2009